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Arquitectos: AMM Arquitectes, Forgas Arquitectes
- Área: 5300 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Simon Garcia
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Proveedores: Dialum, Jansen, MASSONI (green roof) https://www.hunterdouglas.com/ Cubierta ajardinada, Metalistería Almanseña, Nueva Madema, PAVINDUS, Palau Sariñen, Tecnotec
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El teatro “L’Artesà” se encuentra en el corazón de la localidad del Prat de Llobregat y se construyó en el 1919 según el proyecto del arquitecto Antoni Pascual i Carretero. Estuvo en funcionamiento hasta el 1988, año en que cerró sus puertas al público quedando en desuso hasta la actualidad. Este hecho comportó la consecuente degradación de la construcción, a excepción del bar y el jardín que han continuado su actividad hasta el día de hoy.
La propuesta de rehabilitación y ampliación de “l’Artesà” tiene como objetivo principal dotar al Prat de Llobregat de un equipamiento cultural de primer orden, haciendo compatibles los nuevos requerimientos arquitectónicos y funcionales con el reconocimiento i la conservación de los valores patrimoniales del antiguo conjunto y su entorno.
El programa incluye una sala principal con capacidad para 600 espectadores, una sala pequeña para 150 espectadores, un vestíbulo y cafetería, y una ala de servicio con usos complementarios.
El ladrillo manual, muy representativo de las fachadas inacabadas de la antigua construcción, es utilizado como uno de los recursos del proyecto para establecer un hilo conductor entre las partes preexistentes y nuevas. La galería, situada en la fachada principal a la calle, permite comprender esta superposición entre el antiguo muro de ladrillo y los volúmenes de nueva construcción. En los espacios interiores de circulación, como las escaleras, se pone de manifiesto el dialogo entre lo antiguo y lo nuevo a través del ligero contraste entre el ladrillo preexistente y el nuevo, con las texturas y matices de color que presenta el material.
Su versatilidad permite usarlo constructivamente de diferentes maneras y jugar con la disposición de las piezas en función de las necesidades de cada espacio y elemento constructivo. Las nuevas fachadas son mayoritariamente de ladrillo con aparejo a soga, excepto en algunos puntos donde esta compacidad se transforma en un muro en celosía, más poroso, permitiendo transparencias entre el interior y exterior. El mismo ladrillo, colocado al sardinel, conforma la zona pavimentada del acceso y el jardín, así como un banco en la plaza de acceso o bajo la pérgola que limita el jardín con los patios de las edificaciones vecinas. Por otra parte, el perímetro del jardín se construye con un muro en celosía de configuración variada en altura redefiniendo y articulando la relación con la calle.
Un mismo material permite lenguajes distintos relacionando momentos diferidos en el tiempo en un mismo edificio y resolviendo problemáticas constructivas diversas. Un material humilde, resistente, intemporal y de proximidad.